Decía la ilustre periodista española, Soledad Gallego-Díaz; de manera muy acertada que «combatir el antisemitismo no hace falta ser judío, como para luchar contra el racismo no hace falta ser negro. Lamentablemente, a veces parece que para combatir la discriminación de la mujer hace falta ser mujer».
La pasada semana tuve la oportunidad de realizar un taller en la Universitat de València denominado “Comunicación política en perspectiva de género” en el que me invitaban a reflexionar sobre el papel que juega esta materia en términos de igualdad con la siguiente pregunta:
¿Cómo es de determinante la comunicación política en la igualdad de género? Piensen su respuesta…¿ya?
Para poder responder esta pregunta es imprescindible responder a otra ¿Qué papel juegan los medios tradicionales y las nuevas tecnologías en la lucha por la igualdad?
Con el gráfico del CAC podemos ver de manera clara que la presencia de mujeres en la televisión es realmente inferior pero el verdadero problema no es la cantidad, si no la calidad de esta presencia en los medios. Se puede llegar a pensar que la menor presencia femenina refleja supuestas diferencias de participación social que existen en nuestra sociedad.
Pero podemos ver que no es así ya que, por ejemplo, los médicos que existen en España son un 46,4% mujeres, y el porcentaje se reduce a un 26,7% cuando aparecen en tv. Este caso es extrapolable a las profesoras universitarias o a los cargos públicos, por poner dos ejemplos.
Además, el papel que juega la mujer en este medio, también se podría extrapolar a la prensa y la radio, es de un rol con menos prestigio y más como receptora de los servicios que de ejecutoras. Conviene añadir también que el trato, el tono y la valoración a la hora de referirse al género femenino es muchas veces un desfavorecedor como demostró hace apenas unos días el Daily Mail con esta denigrante portada.
Sin embargo, gracias a las redes sociales, activistas de todo el mundo han podido tener un lugar común de reunión y han visibilizado sus problemas y acciones de manera gratuita a todo el mundo. Esto sumado a la posibilidad de crear medios feministas específicos y el abaratamiento de costes de difusión (la mayoría de veces totalmente gratis) ha hecho que las redes sociales rompan con el estigma que tenían los medios tradicionales feministas en la que solo son leídos por personas interesadas en el feminismo.
Es por este motivo, tal y como señala la OECD, que es total y absolutamente necesario una apuesta estratégica del feminismo por la formación en TIC y comunicación para aprovechar estos canales y generar contenidos y estrategias propias.
Es indudable, que vivimos en un nuevo modelo de agenda setting, totalmente contrapuesto al tradicional, en el que los medios se nutren de algunos contenidos publicados por usuarios de internet al ser convertidos en hechos noticiosos, al igual que en diferentes acontecimientos se difunden vídeos y fotografías de ciudadanos hechas con el propio móvil, hecho impensable hace escasos años.
Pensar que conseguir la igualdad es tarea, únicamente, de los medios de comunicación o de las nuevas tecnologías, sería un error absoluto ya que nos olvidaríamos del papel que deben de jugar todos los actores políticos de nuestra sociedad, pero no podemos obviar la importancia que juegan estas herramientas comunicativas en la lucha por la igualdad.
Por Alejando Comes, adjunto a Dirección